Nos ha costado dar con la persona idónea, pero ya podemos contar con ella. Coro García Ormazabal dice: “A través de mis vivencias como madre de dos hijas, opté por formarme como Educadora de Masaje Infantil y transmitir a otros padres y madres la maravillosa experiencia del masaje a sus hijos e hijas”
El masaje infantil es una antigua tradición en muchas culturas de todo el mundo, que ha sido redescubierta.
Está ya clínicamente demostrado que el amor, las caricias, la nutrición afectiva entre el niño y los que le rodean tiene un importante efecto positivo sobre su desarrollo. El masaje infantil es uno de los más agradables y más fáciles métodos para establecer este primer contracto tan positivo con el bebé.
Los beneficios del masaje infantil.
Ayuda a regular las funciones respiratoria, circulatoria y gastrointestinal; pudiendo solucionar a menudo las incomodidades de los gases y cólicos.
Ayuda al niño/a a relajarse y lo alivia del stress que produce encontrarse diariamente con cosas nuevas.
Intensifica la comunicación afectiva entre el bebé y las personas de su entorno y facilita a los padres y madres el permanecer “en contracto” con las expresiones no verbales del bebé. Esto es especialmente importante para los niños/as irritables y con tendencia a los cólicos.
Estimula el sistema inmunológico y propicia un mejor desarrollo del sistema nervioso.
La importancia de los vínculos afectivos
el masaje infantil facilita los vínculos afectivos porque incluye los elementos principales para establecerlos: Contacto con la mirada, contacto piel a piel, sonrisa, sonidos, abrazos, caricias, olor, respuesta a los estímulos e interacción.
Diversos estudios han probado que los niños prematuros que han recibido las ventajas del tacto aumentan más de peso frente a los que no lo han recibido, y tienen un mejor desarrollo tanto físico como neurológico.
En caso de niños hospitalizados, el masaje infantil acelera el proceso de recuperación.
¿desde cuándo se puede dar masaje infantil?
A partir de los 15 días del nacimiento un bebé puede recibir masaje y se puede continuar a lo largo de toda la infancia, e incluso la adolescencia.
El educador enseña cómo ir variando el masaje según la edad del niño.
Cualquier edad es buena para comenzar su práctica y obtener sus beneficios.
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